jueves, 27 de agosto de 2009

50. La sirenita

Apenas rozó la superficie del agua, su cuerpo se transformó. Ya no era una niñita, era una sirenita. Sus piececitos evolucionaron en una enorme cauda que ondulaba sobre las aguas claras, su cuerpo giraba, emergía desde el fondo y volvía a sumergirse graciosamente. En pocas palabras, se trata de mi hija Andrea, quien ahora me acompaña en mis clases de natación.

Finalmente se decidió a hacer ejercicio y pensó que acompañarme a nadar era una buena idea. A mí me parece excelente que me acompañe a nadar, que hagamos ejercicios juntos y que compartamos un tiempo de relajación. Pero no es solo el hecho de estar juntos en la alberca, son muchas las cosas que me gustan y que surgen de este hecho.

En primera instancia, se fomenta en ella la cultura de la activación física y el deporte, eso redundará definitivamente en su bienestar físico y mental, facilitará su control de peso y el beneficio se trasladará al resto de su vida.

Por otra parte, estará cuidando y protegiendo su salud, previniendo enfermedades que la acechan y amenazan y fortaleciendo su estructura corporal. Considero que no hace falta explicar lo importante que son todos estos hechos en sí mismos.

Y finalmente, mi niña tan apegada a las series juveniles de la televisión y al internet, abandonó sus hábitos estáticos y se atrevió a sumergirse en la alberca para acompañarme en mis acuáticas y saludables actividades.

Y de verdad que es una sirenita, nadó mucho, en un principio con la tabla de apoyo y después se soltó a nadar con soltura, gracia y singular alegría. Yo considero que en poco tiempo estará nadando toda la alberca. Al final de la sesión, la vi cansada pero muy contenta y motivada para continuar. Ojalá no desista.

¿Qué falta? Falta promover e impulsar la constancia, insistir para qué asista todos los días hasta que el ejercicio, sea la natación o cualquier otro, se transforme en un hábito en su vida, un hábito que cambiará su vida tornándola más sana.

¿Qué falta? Faltan mis otros dos hijos, Mildred se inscribió a natación, sin embargo no podrá acompañarme en virtud de que empezó a trabajar; en tanto que Eduardo, quien ha transitado por el fútbol y el básquetbol y que actualmente no practica ningún ejercicio, se resiste a tomar la decisión de nadar con nosotros.

Por mi parte me siento muy bien porque ya no nadaré solo, ahora me acompaña la sirenita, y bueno, me siento particularmente importante porque esa sirenita que nada en la alberca es nada más y nada menos que mi hija Andrea.

miércoles, 26 de agosto de 2009

49.Sin conexión

Resulta que no tengo conexión a Internet. Ese hecho por sí sólo no representa una tragedia muy grande, sin embargo es un impedimento de singular importancia para que yo pueda comunicarme con el mundo que me rodea. Aun que, a decir verdad, no necesito estar en contacto que todos los seres humanos de este planeta. No, definitivamente no.

La conexión ya había estado dando algunas señales de fallar, a veces me impedía acceder a la red y después de algunos intentos me dejaba entrar. La falla es extraña, aparentemente tengo conexión local pero sin Internet; le doy click para autoreparación y se genera el siguiente aviso:

“Puede haber un problema con la configuración del servidor de nombres de dominio (DNS).

Error de Windows al buscar el host conocido
www.microsoft.com con DNS. Puede que el servidor esté inactivo.

Windows encontró un error que no puede solucionar automáticamente, póngase en contacto con el proveedor de servicios de Internet o con el administrador de redes”

En otras ocasiones el sistema de la computadora emite un segundo aviso que dice:

“Error al conectar al servicio. Puede deberse a una configuración incorrecta del servidor proxi o del firewall”.

Perfecto, me dije a mí mismo, ya se en qué consiste la falla. El problema es que no entiendo eso de “servidor de nombres de dominio” ni tengo la remota idea de qué es un host, proxi y firewall. Nada de eso entiendo, estoy negado para el mundo interior de la computación.

Yo puedo manejar programas, hacer presentaciones de Power point, manejar el Excel (incluye el uso de fórmulas) inclusive estoy haciendo algunas tareas básicas en Photoshop; pero en lo que se refiere a configuraciones, formateos, reparaciones y todo eso, cero, nada de nada. Aunque a decir verdad, no tengo porque saberlo, no estudié nada de eso. Aunque tal vez podría aprenderlo, no estaría de más.

El caso es que ya me comuniqué con mi proveedor de Internet y quedaron muy formales en ir a realizar las reparaciones pertinentes hoy por la tarde (26 de agosto) estoy seguro de que la persona encargada tendrá la suficiente pericia y sagacidad para que las tareas correspondientes no impliquen mayor contratiempo y por tanto hoy mismo tendré repuesto el servicio de Internet.

Entonces se abrirá de nueva cuenta mi ventana al mundo, podré comunicarme en el messenger, subir esta entrada al blog (tengo otra que tampoco he podido subir) y visitar el Facebook, leer los periódicos nacionales entre otras cosas. Con el correo electrónico no tengo problema porque lo verifico en la oficina pero para todo lo antes escrito tengo un bloqueo institucional. Ni modos.

Crucen los dedos para que todo quede reparado y listo el día de hoy, se los agradeceré mucho.

48. Open Office

Resulta que en el Instituto Mexicano del Seguro Social (empresa en la cual presto mis servicios) decidió, en aras de la sanidad económica de sus arcas, desechar los programas de Microsoft Office e iniciar el uso de un programa llamado Open Office el cual se puede bajar de Internet en forma gratuita e instalarlo en cuantas computadoras desees.

Está de más señalar que esta polémica decisión ha levantado todo tipo de opiniones, la mayoría de ellas han sido de tipo adverso. Los comentarios van en el sentido de que hace mas lentos los procesos (principalmente los de apertura) desconfiguran los archivos existentes y no proporcionan toda la gama de posibilidades que ofrecía el Office de Microsoft.

Algunos, más moderados, se consuelan al pensar que este mandato será revocado en unos cuantos meses al darse cuenta las autoridades Centrales, de que este programa no cumple los requerimientos de las distintas áreas institucionales y entonces, volveremos a ser felices con los ya conocidos y tradicionales programas.

Es importante mencionar que Open Office ofrece herramientas equivalentes a las de Microsoft Office; Writer por Word, Calc por Excel, Impress por Power Point, Base por Access y Draw por Publisher. Por otra parte, Open Office es perfectamente compatible con Microsoft Office lo que significa que pues llevar tus archivos de Open a computadoras que solo cuenten con Microsoft Office y abrirlos, modificarlos y guardarlos sin ningún problema.

Por mi parte apenas me inicio en estas nuevas herramientas, el jueves pasado trabajé un archivo en Impress y se me dificultó la operación del mismo, tal vez debido a que no conozco toda la gama de posibilidades que ofrece o bien, porque desconozco la ubicación de los comandos.

Esta entrada la estoy elaborando en Writer y no se me ha dificultado, pero bueno, por lo general la operación de los procesadores de palabras no presentan mayores dificultades. Ya lo guardé con la extensión .doc por lo que espero no tener problemas para abrirlo en casa y subirlo al blog; en caso de tenerlo seguramente esta estrada tendrá un final distinto al actual.

Yo pienso que todo es cuestión de acostumbrarse a las nuevas herramientas con sus correspondientes ubicaciones, ventajas y desventajas. Nos resistimos a cambiar porque nos están sacando de nuestra zona de comodidad y creemos que no podremos aprender y dominar la actual realidad de los programas de cómputo institucionales. Después de un tiempo y una vez que nos familiaricemos con las nuevas herramientas, seguramente cambiará la opinión de muchos. Al menos eso espero.

Por mi parte, sé que voy a extrañar a Power Point, Excel y Word, ellos eran parte fundamental de mi paisaje laboral, aprendí cómputo con ellos y crecí con ellos. Me consuela pensar que me reencontraré con ello en casa y seguiremos trabajando y colaborando juntos.

domingo, 23 de agosto de 2009

47. Escribir siempre.

La verdad es que yo pensé que ya había transcurrido mucho tiempo más. Pero no es así, fueron sólo 7 días con sus respectivas noches. 7 días durante los cuales no he escrito nada. Eso debilita a mis blogs y por supuesto que rompe mis propósitos literarios. Lo peor del caso es que no tengo excusa alguna. Nada. Ni una sola.

Me queda perfectamente claro que ser el dueño de dos blogs representa un compromiso permanente y constante con la tarea de mantenerlos actualizados. Y la única manera de sostener un blog vigente y en el gusto de sus lectores es escribiendo. Escribiendo diario, escribiendo en serio. Escribiendo cosas nuevas, explorando rincones literarios y descubriendo formas nuevas de expresar y plasmar el universo interior.

Yo siempre he sostenido que escribir no es una tarea fácil (lo parece cuando lees a García Márquez o a Benedetti). Escribir requiere de cierta dosis de talento pero sobre todo de una gran cantidad de insistencia. Alguien aseguraba que el éxito se logra con 10% de inspiración y 90% de transpiración, de eso se trata todo. No podemos aprender a escribir si no escribimos por ello la tarea debe ser continua, porfiada, variada y sin demoras.

Es cierto, hay por ahí algo de teoría: reglas de sintaxis y ortografía, huir de falacias, redundancias, pleonasmos y barbarismos, evitar repeticiones innecesarias y formas que oscurezcan nuestros textos. Si bien es preciso conocer y dominar esa teoría, a la hora de escribir eres tú, tu imaginación y el teclado de tu computadora. Entonces hay que penetrar en tu mente y extraer de ella una realidad que tomará forma en la mente de los lectores y que debe crear y recrear en ellos, conceptos, imágenes e ideas.

Escribir requiere que nos acerquemos a la claridad y sencillez del lenguaje oral pero con las restricciones impuestas por el lenguaje escrito. Eso lo complica todo, es cierto, pero al mismo tiempo es lo que nutre de belleza a la literatura, es lo que proyecta y da sentido al arte de escribir.

Respecto de lo temas, yo creo que eso no es problema, cualquier cosa es un tema. Una de mis primeras tareas de redacción en la escuela de Periodismo consistió en narrar el proceso de comerse una manzana. A partir de ahí, cualquier cosa puede ser un tema de interés general, desde ver caminar a una hormiga, la pared de la casa de enfrente y los ruidos extraños de la panza hasta contar la aventura de conquistar la cima de una montaña.

Es verdad, cualquier cosa puede ser un tema, todo se centra en la manera de escribirlo. La mayor aventura de un ser humano puede pasar desapercibida si la escribimos en forma aburrida o tan obscura que nadie la entienda. La forma de abrir un cacahuate puede ser algo divertido, ameno y educativo dependiendo de nuestra particular manera de relatarlo.

Hay una verdad absoluta, hay que leer mucho. Leer principalmente a los autores que escriben en español y que todavía están vivos (o que dejaron de escribir hace muy poco tiempo) ellos le están dando forma continua al idioma, están creando corrientes literarias y pueden conducirnos y guiarnos hacia nuevos espacios creativos.

Por ello al leer debemos poner particular atención al estilo del autor, darnos cuenta de la forma en cómo ellos van construyendo sus oraciones y sus párrafos y la manera de abordar los temas y sucesos narrados. Esto nos permitirá adoptar una postura crítica y en la medida que encontremos oraciones confusas, reconstruirlas.

Escribir es la tarea, escribir muchos, escribir siempre. No podemos esperar a la inspiración (esa dama es caprichosa y a menudo suele dejarnos plantados) hay que forzar la mente y los dedos. Escribir es una tarea artesanal, sólo se logra hacerlo bien si practicamos mucho, si insistimos.

Por todo ello, renuevo mi compromiso de escribir y mantener actualizado mis blogs pero sobre todo, de permanecer en la búsqueda de escribir cada vez mejor, de encontrar las formas y los caminos que me permitan relatar de mejor forma las cosas que a veces se atraviesan por mi mente, sé que solo lo conseguiré escribiendo, escribiendo mucho, escribiendo siempre.