martes, 13 de julio de 2010

112. El pulpo Paul

Si alguien me hubiese hablado acerca de una película cuyo principal personaje es un pulpo que pronostica los resultados de los partidos de fútbol, con toda seguridad habría rechazado la recomendación y jamás habría visto ese film; Sin embargo ...

Sin embargo resulta que no es el argumento de esas producciones hollywoodescas de bajo presupuesto, ni es una historia surgida de alguna mente calenturienta; no es ciencia ficción y tampoco se refiere a un capítulo de los disparatados Simpson o del descerebrado Chespirito. Es completa y llanamente la realidad ¿Pueden creerlo?.

Demás está narrar la historia del pulpo Paul, ya todos la conocemos. Los vaticinios de Paul lo han convertido en un verdadero profeta del fútbol, lo han puesto a la altura de los antiguos oráculos griegos; sus designios lo han convertido en una celebridad internacional, un icono de la historia que perdurará por siempre en nuestra tantas veces absurda mitología contemporánea.

Pero además hay un hecho inexorable que lo transformará en un dios universal, Paul no volverá a emitir profecía alguna, ni en el fútbol ni en ninguna otra materia (ha sido retirado por sus cuidadores) lo que no dará oportunidad a que ocurra alguna futura equivocación en sus pronósticos y por tanto se le mencionará en la posteridad como el casi infalible pulpo Paul.

Por otra parte, la vida de los pulpos es breve, en un par de años más Paul morirá de vejez y será sepultado en medio de pomposos homenajes y ceremonias solemnes: entonces su gloria y su poder aumentarán, será recordado y venerado por siempre y se le construirán estatuas a las puertas de los estadios de fútbol y muchos equipos y aficionados implorarán su bendición antes de iniciar cualquier partido.

No puedo imaginar el momento mismo en que a alguien se le ocurrió la inane idea de poner a adivinar al pulpito Paul. Reconozco que por mi cabeza pasan muchos pensamientos disparatados y otros tantos conceptos desatinados y sinsentido; pero nunca se me hubiese ocurrido poner a hacer pronósticos deportivos a un tranquilo octópodo.

Y luego un pulpo ¿Porqué no un cuervo, un conejo o un tecolote? pienso que hubiese tenido mayor autoridad un escarabajo pelotero (por aquello de la experiencia con el esférico). Hay muchísimos animales en los que pudieron haber pensado, pero un pulpo. Lo único que se me hubiese ocurrido hacer con un pulpo es una ensalada.

Pero resulta que no solamente pusieron al Paul a adivinar, sino que también invitaron a la prensa y a la televisión para darle cobertura y credibilidad a este extraño y moderno pitoniso; y por increíble que parezca, se le dio espacio en los noticieros mundiales. Y el planeta entero se postró a los pies (tentáculos) del pulpo e impacientes esperábamos su predicación. Y el profeta no falló, acertó en sus pronósticos y su fama se extendió a lo largo y a lo ancho del mundo conocido.

A veces nos preguntamos por qué las vacas son sagradas en la India, por qué algunas culturas antiguas adoraban a los elefantes, carneros, gatos, cocodrilos u otros animales y no nos explicamos el por qué les atribuían extraños y sobrenaturales poderes y por qué fueron dotados de esa divinidad que muchas veces no alcanzamos a entender.

La leyenda del pulpo Paul puede ser una determinante y muy clara explicación a lo planteado en el párrafo anterior. ¿No crees?