sábado, 9 de mayo de 2009

4. No somos normales

“No somos normales” esa fue la conclusión a la que llegó Edoardo después de 13 años de ser y vivir como Oliva, me parece que a mí me tomó un poco más tiempo llegar a esa misma determinación.

Y no ser normales no significa que seamos raros o que estemos mal, el calificativo no es en ese sentido. Tampoco se refiere a que estemos locos o medio trastornados, que eso de cualquier forma no es tan malo.

Él no quiso esclarecer el motivo de su comentario, tal vez yo no le di la oportunidad de hacerlo por ir habloteando dentro del coche. Pero yo creo que la referencia va en sentido de que construimos relaciones familiares de manera poco convencional, donde el trato que se da entre padres e hijos no se apega estrictamente a lo que se establece normalmente para las familias.

Las relaciones familiares parecen más las de un grupo de amigos que coincidió dentro de una misma familia y decidieron que, a pesar de eso, seguirían siendo amigos. Y el trato familiar siempre va en esa dirección, la convivencia siempre está influida por esos principios, por esos valores que rescatamos de la casa de mi madre y de la casa de la abuela.

Otro motivo por el que Edoardo pudo calificarnos de no ser normales, es porque los Olivas, desde los primeros años de su vida, son propensos a decir cosas que dan risa. No sé, tal vez fue un accidente genético o de plano algo determinado en el ADN, el caso es que siempre, de algún extraño lugar del cerebro salta una ocurrencia, dicho, frase o conclusión que motiva la risa. Esta facultad se extiende a los del apellido Luna.

Por supuesto que considero que esta última conclusión, lejos de ser un problema o un defecto es una cualidad. Es una característica que ilustra perfectamente el gran sentido de humor con el que cuenta mi familia, esa manera de abordar los problemas y amortiguar los impactos de la vida vislumbrándolos siempre por el lado amable, ameno y positivo. Eso nos hace ser una familia feliz.

No se me ocurre otro motivo por el que mi hijo pudo haber determinado la anormalidad familiar, porque bueno, enfermos no estamos, ni locos, bizcos o chuecos. Tampoco estamos azules o verdes, ni parecemos marcianos. Ciertamente algunos no están tan guapos como otros o tan flacos o tan gordos, altos o chaparros como los demás, pero eso es normal en todas las familias.

Me quedo con las conclusiones que yo he hecho, aunque finalmente, creo que mejor le voy a preguntar a él. Sí, creo que eso haré.

3. Ahora si, van los motivos

Ahora si voy a tratar de esclarecer los motivos para realizar este blogs, y trataré de que en esta ocasión no se borre la entrada.

Comentaba que, tras leer los blogs de algunos familiares, descubrí que esta era una forma muy buena e importante de expresarse, es ágil, actual, informal, desprovista de ciertos rigores que impone la redacción de artículos en otros ámbitos, puede uno permitirse ciertos lujos como ignorar algunas reglas básicas de la redacción, y no pasa nada, absolutamente nada.

Yo tengo otros espacios de expresión, son muy formales, o al menos yo los considero así, en ellos cuido muchas cosas: la estructura del escrito, la sintaxis, la redacción, redundancias y otros rigores que impone el lenguaje escrito y que aquí no vigilaré tanto; escribiré a renglón seguido, como se vayan presentando las cosas, como vayan surgiendo las ideas. No se asusten si descubren alguna falta de ortografía (esto no tienen corrector ortográfico) o alguna palabrota con las que a veces suelo expresarme cuando hablo.

Debo reconocer que no puedo evitar leer y releer lo que antes escribí y corregir algunas cosas, tal vez esa sea mi natural forma de escribir, tal vez lo vaya superando poco a poco.

Otro de los motivos para establecer este espacio es la necesidad que siento de crearme el hábito de escribir diario, todos los días, siempre. Necesito lograrlo, es un lujo que quiero darme. Mientras no lo consiga, no podré dejar de ser un "escribidor" de los que a veces suelen escribir en algunos diarios de provincia. Yo quiero ser más que eso, quiero escribir siempre y creo que tengo algunas facilidades para lograrlo. Alguien dijo alguna vez que no se escribe por inspiración, escribir es un oficio. Como todo oficio hay que ejercerlo todos los días.

Por otra parte; este blog pretende convertirse en una miscelánea de la vida cotidiana, y como en todas las tiendas de ese tipo, podrá encontrarse de todo: recuerdos personales, anécdotas, cuentos, chistes, reproducciones, planes que ayudarán al mundo a girar un día más, ideas locas, ocurrencias e incluso, tal vez me atreva a poner algunos de poemas que hace tiempo escribí y que aún conservo.

Yo me imagino que se convertirá como en un diario, pero no uno al estilo de las quinceañeras, será un diario de las ocurrencias diarias, de las conclusiones que surgen de las pláticas entre amigos o de las cosas que uno ve en la calle. Un recuento de los aprendizajes que la vida cotidiana va ofreciendo a cada momento. Debo señalar que pensar en eso me entusiasma y me motiva.

Yo no sé bien a donde llegaré en esta aventura, en este sueño de letras, renglones y párrafos. Pero no me importa mucho el destino, disfrutaré el camino. Si alguien quiere acompañarme, se lo agradeceré siempre.

miércoles, 6 de mayo de 2009

2. La regué completamente

Lo dicho, soy nuevo en esto, estoy empezando mal la aventura de mi blog. Escribí una primera entrada donde explicaba en forma clara los motivos por los cuales me decidí a abrir este espacio de expresión, ya había terminado mi exposición de motivos, le dí vista previa y regresé a hacer una corrección, ví otros enlaces, les di click, quise regresar a mi entrada y todo, todo, todo se había borrado, todo lo que escribí desapareció, no hubo forma de recuperarlo o al menos no supe hacerlo.
En primera intancia sentí mucho coraje ganas de suicidarme, luego pensé, ya valió no voy a volver a escribir nada porque ya me molesté. Después pensé en recordar todo lo que había escrito y volver a redactarlo, pero luego me dije a mi mismo: no, el espíritu de este blogs es y será la expresión de las emociones y los sentimientos que se me vuelcan del cerebro. Entonces decidí escribir lo que ahora estoy escribiendo.
¿Pero y los motivos? eso era la bienvenida del blogs, bueno, trataré de recordarlo mañana o pasado mañana y lo escribiré, ahora si tratando de que no me vuelva a pasar lo que me pasó.

1. Los motivos