miércoles, 20 de mayo de 2009

13. La lagartija en el fregadero



¿Cómo puedes vivir desparpajadamente si en tu fregadero hay una lagartija? ¿Por qué se le ocurre a una lagartija entrar a mi lavadero de trastes?

No hay platos sucios ni restos de comida. Eso elimina muchos argumentos. Tal vez cayó ahí por un descuido o por un accidente. Quizá intentaba escapar de un depredador (eso me inquieta mucho, me hace pensar en extrañas criaturas que habitan mi hogar). A lo mejor se trata de una lagartija exploradora, de esas que se aventuran a nuevos horizontes, que quieren llegar a donde ninguna lagartija ha llegado jamás.

Es importante mencionar que la presencia de lagartijas en mi humilde morada no es extraña, cuando llegué a habitar ese pequeño espacio del mundo las lagartijas ya reinaban en sus paredes. Las he visto cazar y alimentarse de esas mariposillas que llegan con las lluvias, he estudiado sus movimientos sigilosos cuando trepan y se escurren por debajo de los muebles, he sido testigo de sus coloquios amoroso y del sexo lagartijo (el cual siempre me ha resultado muy perturbador por la pasión que le imprimen a sus extraños e intensos lances eróticos).

De hecho, y en honor a las verdaderas reinas de mi hogar, he colgado en las paredes las efigies de 4 lagartijas de barro (tengo dos más aún pendientes por instalar). Yo creo que ese hecho fue algo muy importante en sus vidas, dado que a partir de la colocación de esas figuras he notado que me miran con agradecimiento.

Las lagartijas y yo no tenemos ningún problema en vivir bajo el mismo techo, en la mayoría de los casos, respetamos nuestros espacios. Ni ellas se meten en mis cosas (a excepción de una que se metió y murió en un vaso) ni yo ando husmeando por sus rincones ni comiéndome a sus arañitas. Por eso no me explico por qué esta lagartija se metió a mi fregadero.

Debo reconocer que soy capaz de perseguir y acabar con cucarachas y alacranes, arañas y otras alimañas rastreras y voladoras. Incluso puedo asesinar ratones y me he visto involucrado en duras contiendas con tres culebritas que osaron ingresar a mi casa. Pero no soy capaz de matar lagartijas, simplemente no puedo hacerlo.

¿Qué voy a hacer entonces con la lagartija del fregadero? No sé, realmente no sé que hacer. Porque además resulta que por alguna razón extraña y misteriosa ese pequeño reptil no puede salir de la pileta, lo intenta y resbala, se ve cansada, desesperada y a ratos muy angustiada.

Entiendo que no puedo esperar a que muera para sacar su cadáver, tampoco puedo estar alimentándola para que viva en el fregadero para siempre. Tal vez le construya un puente para que escape. Si, creo que eso haré.

3 comentarios:

  1. jajajaja cuentanos la historia de la iguana en ya sabes donde!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Intentaba buscar como matar lagartijas porque me dan un asco terrible, pero creo que después de leer tu fantástico relato, las miraré de otra forma.xD enhorabuena por tu carácter y forma de ver las cosas.

    ResponderEliminar

Después de tu comentario escribe tu nombre para saber que eres tu.