lunes, 26 de abril de 2010

96. Las mujeres


Yo no entiendo a las mujeres. En realidad, hace mucho tiempo que dejé de intentar entenderlas. Simplemente no hay forma, no existe la mejor manera de poder acceder a los laberintos y recovecos que se esconden tras las enmarañadas conexiones emocionales de los cerebros femeninos.

He conocido a muchas mujeres, algunas son bonitas, otras divertidas, las hay sensibles, inteligentes, sentimentales, románticas, amigables, solidarias y hasta cómicas. Pero no he conocida una que sea sencilla, fácil de entender, sin tantas vueltas, sin complicaciones. No, no hay de esas.

Estoy absolutamente convencido de que Dios se esmeró en el diseño de las mujeres. Casi puedo imaginarlo en su enorme mesa de trabajo; seguramente consumió mucho café, hizo infinidad de bocetos, desecho algunas de las ideas originales. Solicitó algunas opiniones a sus colaboradores y, en sus momentos de descanso, hizo bromas acerca del trabajo (recuerden que Dios es hombre).

Finalmente tuvo la concepción exacta de la mujer. Ahora había que trabajar en los detalles, me refiero exactamente a la parte externa. Ya saben: ponle menos allá; suaviza las líneas, un poco más redondo por aquí, el color más suave en esta parte; más por ahí… un poco más por ahí… más… más… ahora sí. … eso es. Listo.

La verdad le quedó bien la idea. Me gusta, digamos que me gusta mucho. Hasta aquí no tengo quejas, todo está excelente, todo tiene sentido, tamaño, forma, finalidad y utilidad. No hay motivo alguno de disgusto o reclamo. Yo creo que la causa de todo el problema es cuando le tocó hacer el cerebro.

Intuyo que no hubo mala intención por parte de Dios. No había nada en contra nuestra, Él no quería fastidiarnos la vida a los hombres ni hacernos maldad. No, nada de eso. Lo que supongo que sucedió es que al momento de finalizar el cerebro femenino, de dar el toque definitivo, algo pasó, alguien lo distrajo y ¡zas! En esa distracción estuvo el problema.

Y con esto quiero decir que la falla no es fisiológica; no, no es por ahí el problema. Todo es a nivel de las conexiones que se dan al interior de sus enigmáticos e impenetrables cerebros, del manejo emocional, de las rutas que eligen sus neuronas para establecer sinapsis y como estos enlaces se vinculan a sus diferentes niveles de recuerdos, sentimientos, necesidades, impulsos, deseos y motivaciones.

Seguramente Él se dio cuenta de la falla, era muy evidente. Pero ya no quiso rehacer el trabajo. Tal vez estaba cansado, quizá pensó que sería divertido ver cómo los hombres íbamos lidiar con todo ese equipaje emotivo. Tal vez determinó que soportar a las mujeres sería el mejor camino para que los hombres pudiéramos acceder a la santidad.

No lo sé. No lo entiendo. El caso es que es a esa pequeña falla a la que le achaco la razón de la forma de ser, comportarse, sentir y pensar de las mujeres. Por eso es que son tan complicadas, raras e imposibles de entender.

Por eso dicen no cuando quieren decir si, se esconden cuando quieren que las encuentren, soportan malas maneras y a auténticos patanes aduciendo que están enamoradas y hacen las cosas más extrañas e inexplicables por las razones más disparatadas que alguien se pueda imaginar.

Ni modos, no me queda de otra, no hay ninguna opción viable. Las mujeres o nada. Aunque no las entienda.

6 comentarios:

  1. Hola, si no fuera mujer quiza te diria que padre escribiste, pero no soy hombre machista, mentiroso e infiel como la mayoria de los hombres, lastima esa opinion de la mujer.
    un beso
    Chiquitina

    ResponderEliminar
  2. Soy mujer, y entiendo tu problema. A veces, yo tampoco me entiendo.

    ResponderEliminar
  3. jajajaaj esa xikitina c ofendo daahh ¬¬ no entiende... la vdd tienes razon y tiene razon marita =S io kisiera ser práctica como los ombres k no c complican la vida ni tienen dias dificiles al mes ¬¬ pero nooo... snif!!!

    atte: mily

    ResponderEliminar
  4. hoy si te la fumaste primito, pero bueno, los hombres tienen que aceptar que no pueden vivir sin nosotras las mujeres seamos como seamos ¿a poco no?

    leticia

    ResponderEliminar
  5. Sin comentarios

    ResponderEliminar
  6. MMM, no será que paso como con la tecnología? se van mejorando los primeros inventos...cuando nos crearon..el cerebro de los hombres ya quedó obsoleto...por eso no nos entienden...suena lógico no?

    ResponderEliminar

Después de tu comentario escribe tu nombre para saber que eres tu.