lunes, 18 de enero de 2010

78. La rutina


Hoy regresamos a la sana rutina. Ya es tiempo, después de tanto y tanto de no hacer nada. De hecho, creo que ya he ganado algunos kilos. Eso no es bueno. Por ello hoy, en unos minutos más estaré de nueva cuenta en el gimnasio.


Recuerden que dejé de asistir al gimnasio más o menos en octubre del año pasado (cuando me lastimé mi brazo y tuve que abandonar incluso, las sesiones de natación). Desde entonces no he realizado ningún tipo de ejercicio físico.

Eso ha sido un gran problema, por otra parte he descuidado la alimentación, he estado abusando de algunas cosas y dejando de lado otras. Por todo eso creo que ya es tiempo de retomar las cosas y de volver al ejercicio.

Ya saben, otra vez las poleas, pesas, mancuernas, sudor y bienestar físico y mental (también dolor en los músculos pero no importa, es el precio temporal que se tiene que pagar por estar sano y contento).

Algo importante, cambia el escenario, ya no asistiré al gimnasio de Gabliz, ahora estaré en Alex’s Gym. ¿Cuál es el motivo? La distancia, eso únicamente. Este último queda a tres cuadras de mi casa y podré ir caminando, sirve que hago calentamiento.

Para efectos de tener una entrada completa a este blog, la dividiré en dos partes, los primeros párrafos y este mismo, los estoy escribiendo antes de ir al gimnasio. La entrada la voy a tratar de concluir después de que yo regrese, siempre que pueda yo mover los brazos, las manos y los dedos. Creo que será una experiencia padre y un experimento interesante. Ya veremos que sale.


…puff… pufff y más puuffes ….. pa’la real, estuvo fuerte la sesión, cardio de bicicleta, escaladora (que me causó dolor en mis rodillitas) una esquiadora que no supe hacer (la instructora se veía muy graciosa, pero yo nunca me pude coordinar) tuve 20 minutos de cortesía en spinning (ahí me fue bien, pero seme hace que no tomaré esas clases por lo de las rodillas).

Después abdominales y sesiones de hombros, para cuando hacía estos ejercicios ya no estaba la graciosa instructora conmigo, ahora estaba Pedro, quien ya se había entusiasmado y quería que yo continuara con ejercicios para espalda. Pero yo consideré que ya era demasiado para un día, ya había estado en el gimnasio más de una hora y media y decidí que era suficiente.

Además debía tomar en cuenta que había ido al gimnasio caminando, si bien sólo son 5 cuadras (ya las conté bien) hay que considerar que el camino no es plano, son subidas y bajadas. Con las bajadas no tendría problemas pero las subidas serían otra cosa.


Ya estoy en mi casa, mientras escribo estas líneas el agua se está calentando. Me daré un baño y me despediré del mundo por muchas, muchas horas.

Que a nadie se le ocurra interrumpir mi necesario y reparador sueño. Haría mucho más que enojarme.

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