domingo, 7 de junio de 2009

21. Vagabundeos de mi mente

Finalmente, apagué la televisión. Era necesario hacerlo. No se pueden ordenar las ideas y los pensamientos cuando la televisión está taladrándote el cerebro (en su lugar puse música, el jazz no me molesta). Mi idea original, desde que empezó este domingo era escribir, escribir mucho. Pero ahora son casi las 10 de la noche y apenas llevo este párrafo.

Lo peor de todo es que no tengo claro lo que quiero expresar, existen varias ideas para desarrollar pero no logro concretar una en particular. Por otra parte, tengo una lista de temas pendientes, tanto para esta miscelánea como para el periódico (lo del periódico lo voy a dejar para mañana porque implica mayor inversión de tiempo y me gustaría dormirme temprano, mañana es lunes y tengo algunas cosas que hacer desde temprano).

Mientras tanto, el tiempo sigue pasando y no logro concretar nada. Eso me molesta, sobre todo porque durante toda la semana, entre pláticas, lecturas o recuerdos fueron surgiendo muchos temas que pensaba eran buen material para escribir. Pero ya se me olvidaron. En algunos casos se me dificulta el abordaje.


Un ejemplo de este último caso es lo que se refiere al campamento que hice junto con mi hijo y unos amigos en las cercanías al poblado de Chuiná y en el cual tuvimos la oportunidad de explorar un sector muy interesante y desconocido de esa zona de la entidad. Me queda claro que el tema da para mucho, pero me siento a escribir y no me gusta lo que resulta.


Yo quisiera escribir un artículo y lo que me va quedando es un reportaje. No tendría ningún problema si el reportaje lo pongo en la miscelánea. Pero yo lo quiero para el periódico y en el Tribuna me publican artículos, no reportajes (la estructura es distinta, el primero es de opinión y el segundo es informativo).

También me gustaría mucho escribir sobre los amigos de la infancia, los de la calle 12, los carnales de San Román. En este caso me queda muy en claro que necesito tiempo y cierta dosis de sensibilidad para recordar esa época, los pensamientos y las ideas, los colores, las sensaciones y todas las cosas que aprendí en ese tiempo de fútbol callejero, de juegos y bromas.

La dinámica juvenil es un tema casi obligatorio. Desde que empecé esta tarea de escribidor sabía que tenía que pasar por ese destino. Lo he ido aplazando pero no será por mucho tiempo más. Ese también es un tema que da para muchos artículos y hasta el momento ni siquiera la he mencionado (hasta hoy) siendo que es una de las etapas de mi vida que dejó un mayor impacto formativo.

Mis hijos es otro tema necesario, no sé porqué me cuesta tanto trabajo escribir sobre ellos, lo que pasa es que tengo tantas cosas que decirles y escribirles que no se por donde iniciar, tampoco quiero que sea un artículo muy ligero o poco profundo; me gustaría que fuera algo lleno de emociones, recuerdos y vivencias. Algo que recorra nuestro pasado común y se proyecte hasta el futuro.


Existe por ahí, archivado en algún lugar de mi mente, el proyecto de escribir unos cuentos cortos. Eso es más tardado y requiere un mayor trabajo literario, tal vez lo desarrolle hasta que tenga el suficiente tiempo. Les anticipo que los protagonistas de todos esos relatos serán mi papá y mis abuelos (Francisco y Nicolás) y que el escenario será el poblado de Seybaplaya o algún lugar imaginario que se le parecerá mucho.

También existen temas de los que no quiero escribir. La política es uno de ellos, me niego, me rehúso (si lo hago tal vez termine enfermo del estómago) y no es que no me guste la política como tal, lo que pasa es que no quiero escribir de ese tema, simplemente no se me antoja visitar esos escenarios tan cargados de una energía un tanto pesada.


Existen otros temas de los que tampoco voy a escribir, son estrictamente personales y egoístamente me las reservo para mí; no porque no hayan dejado una enseñanza particular sino porque no quiero exponer aspectos que considero no les interesan a muchos o a nadie más que a mí.


Estas reflexiones se han extendido mucho y mientras sigo sin definir sobre que quiero escribir. Finalmente creo que no escribiré nada, voy a cerrar la computadora y me iré directamente a la cama a dormir como un angelito. Mañana, mañana escribiré.

3 comentarios:

  1. Menos mal, que no sabias que escribir!!!! (jajaja)

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  2. mm... yo siempre visito tu blog y tu no has visitado el mio hum!!!

    www.ecodeunpensamiento.blogspot.com

    mily

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  3. Fui yo que te pase la maldición el sábado!

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