sábado, 9 de enero de 2010

74. Se acabó la navidad


Tanto esperarla, tanto prepararla y ya se terminó. Lo realmente cierto es que apenas empiezas a disfrutar de la navidad, a avivar el espíritu y dejar florecer los sentimientos que la época nos prodiga, cuando de pronto ya tienes que ir a otra cosa porque la navidad se terminó.


Es verdad, los adornos navideños hacen su aparición a mediados de octubre en los centros comerciales, los anuncios publicitarios en televisión aguardan apenas un poco más de tiempo. Respecto a las casas, esas se adornan en los primeros días de diciembre.

Hay quienes piensan que la navidad es eso, adornos. Otros están seguros de que la navidad es mucho más que simples arbolitos, esferas, focos y coronas navideñas, pero aseguran que son precisamente esos ornamentos los que empiezan a despertar el espíritu de la navidad.

No es mi caso, la última vez que puse un arbolito de navidad fue hace como 5 años, este año solamente puse una guía de foquitos en la ventana de la sala, salvo eso, nada. Pero realmente no necesito de esos adornos para sentir la navidad.

Para mí la navidad tiene otras formas de manifestarse, otros caminos para llegar, surge de hechos fortuitos, de alguna plática, encuentro o simplemente de nada en particular. El problema es que puedo encontrar el espíritu a mitad de diciembre, unos días antes de la navidad, días después o en el peor de los casos, no encontrarlo durante ese año.

De cualquier forma siempre estoy a la espera de la navidad y a la espera de que su espíritu me atrape. En todos los casos, cuando más listo estoy, la navidad acaba, se va, se diluye. No queda otra cosa más que extrañarla y empezar a preparar el resto del año.

En casa todavía quedan los restos de la última navidad, los foquitos aún están colgados en la ventana, sobre un sillón de la sala hay una canasta navideña que recibí de regalo, una latita de dulces está sobre un mueble, en la computadora algunas fotos de la fiesta del 24 y nada más.

La navidad debería durar más tiempo, tal vez tendríamos que hacer y vivir una navidad permanente, quizás deberíamos conservar la navidad en el corazón y compartir sus pedacitos con todos durante todos los días del año. Tal vez sea posible hacer eso. Tal vez.

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