Por fin la selección mexicana de fútbol pudo ganarle a la selección de Estados Unidos en Estados Unidos. Ya tenía 10 años sin ganarles en su casa y se le ganó y de forma contundente, definitiva, categórica, impactante y humillante.
Ya hacía falta un triunfo así, aunque debo reconocer que solo fue un partido, no significa una mejoría importante o algo así, pero tampoco quiero regatearles el éxito y la gloria, ni desmerecer o desprestigiar esa importante victoria conseguida con mucho esfuerzo. México ganó y eso es lo importante.
Los comentaristas de la televisión y la prensa dicen muchas cosas: que no era la verdadera selección de Estados Unidos sino una de suplentes, que es una copa que se juega en una región donde se juega el peor fútbol del mundo, que es un torneo que no da nada más la copa (no te da derecho a participar en la copa Confederaciones) y muchas cosas más. No importa, que digan lo que quieran.
Pero los comentarios que más me impactaron vinieron de donde menos lo esperaba, esas acotaciones no solo me dejaron sorprendido, anonadado y patidifuso, sino que me hicieron reflexionar y creer que la realidad que vivimos no es una verdadera realidad, es solo una representación falsa y mal actuada. Es una pantomima creada por un grupo de personajes que controlan el mundo como verdaderos titiriteros y donde todos nos movemos a su ritmo y voluntad.
Unos parientes, que por cierto siempre se han caracterizado por ser verdaderos analistas políticos y que destacan por leer muy claramente los tiempos y signos que determinan los cambios profundos en las estructuras económicas, políticas y sociales del mundo, aseguran que el resultado del fútbol forma parte de un conjunto de negociaciones que se dan en las más altas esferas del poder, estos acuerdos involucran a las principales autoridades de la Casa Blanca y Los Pinos.
De ser cierto lo que se asegura, el triunfo de México en la copa Oro se da a cambio de que las autoridades mexicanas permitan un rebrote de la influenza en nuestro país, lo que obligaría a la compra de medicamentos a laboratorios norteamericanos, esas operaciones representarían un respiro ante la crisis que azota a esas empresas farmacéuticas.
Esa acusación es muy grave, sin embargo dichos analistas afirman que debemos esperar solo unas semanas para que se dé el anuncio de una nueva contingencia epidemiológica y las consecuentes acciones de compra de medicamentos, lo que a su vez agravaría la crisis económica que vive el país. Eso es muy preocupante.
Por mi parte me voy a dedicar a celebrar el triunfo de México y por si las dudas, voy a comprar más gel antibacterial y una buena dotación de cubrebocas. Les recomiendo que hagan lo mismo, más vale prevenir.
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