lunes, 15 de junio de 2009

26. Música de grillos

¿No te molestan los grillos? -No. No me molestan, al contrario, me gusta mucho escucharlos, su música es eso precisamente, música en mis oídos y aliento a una multitud de recuerdos que se precipitan gustosos a mi mente.


Viví un parte de mi niñez en Tabasco, un estado siempre verde, serpenteado de ríos, exuberante en vegetación y bendecido la mayor parte del año, por numerosas lluvias que lo mantienen rebosante de vida y en continua renovación.


En muchas ocasiones, las lluvias me hacían correr al salir de la escuela o me sorprendían en medio de juegos vespertinos. Asomado en la ventana, contemplaba los pequeños ríos que se formaban en la calle y que eran navegados con rapidez por barcazas de hojas secas. Así esperaba tranquilo y paciente a que el cielo se despeje.


Cuando cesaba la lluvia, el concierto daba inicio. Grillos, muchos grillos que entonan sus alegres melodías, las ranas hacen coros, sapos con voz de tenor acompañan la fiesta. Todos cantan, todos armonizan y alegran a la noche. Las luciérnagas se animan y regalan brillos de diversos colores. El ambiente se alegra y se renueva. Así eran las noches en mi pueblo tabasqueño.


Yo creo que mi espíritu de niño se colmó con esa música, la disfruté tanto que permaneció anclada a mis recuerdos; por eso me gusta la canción del grillo, porque me conduce a un tiempo en que solo me preocupaba esperar que pase la lluvia para continuar con los juegos de canicas y las carreras por calles húmedas y limpias.

Años más tarde, cuando la vida y mis padres me devolvieron a mi Campeche natal, el libro de lecturas de sexto año de primaria me regaló una poesía para acompañar mis recuerdos:


El grillo

Poema de Conrado Nalé Roxlo

Música porque sí, música vana,
como la vana música del grillo,
mi corazón romántico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.

¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que mi nueva condición de grillo
me hace ver todo a lo grillo esta mañana?

¡Qué bien suena la flauta de la rana!
Pero no es son de flauta: es un platillo
de vibrante cristal que a dos desgrana
gotas de agua sonora.

¡Qué hermoso, dulcísimo y sencillo
es para quien tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!

Desde entonces, música y poesía de grillos acompañan mis soledades, poesía y música de grillos animan mis silencios, alegran mi espíritu y engalanan mis noches de nostalgias, tristezas, sueños y romances.

No, no me molesta la música del grillo. ¿Y a ti?

1 comentario:

  1. Bueno, creo que este blog es uno de los mejorcitos que he visto por la red.
    Enhorabuena!!!

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