miércoles, 23 de mayo de 2012

149. Las cantinas


El sábado pasado fui a una cantina, de hecho es la tercera vez que voy a una de las llamadas cantinas en el Distrito Federal. Y bueno, me gusta los locales y la comida que se sirve, son muy limpios y con buen servicio, debo aclarar que no me gusta el sistema de distribución de botanas, aunque se come bien, abundante y sabroso. Déjenme explicarles.

El concepto que tenemos de cantina en Campeche, es el de un lugar de medio sucio tirando a completamente sucio, con una mezcla de olores que van desde el olor a cerveza hasta el de la botana, y ya para las 6 de tarde el tufo a borracho se hace difícil de soportar y el de los años para que les platico.

Por otra parte, prevalece la música a todo volumen y las meseras gorditas, sabrosonas y entronas. En la mayoría de los casos, el nivel socioeconómico de los asistentes es bajo, se limita únicamente a hombres y una que otra señora despistada. La entrada a menores de edad queda prohibida.

Aquí las cantinas son distintas. Son lugares muy limpios, hasta elegantes, atendidos por un ejército de meseros, se permite el ingreso de familias completas o de damas solas. Algunas cantinas, como a la que fui el sábado pasado, tienen pantallas de televisión por todos lados y trasmiten programas deportivos y partidos de fútbol.

El sistema para entregar alimentos también es distinto, es complicado explicar pero trataré de hacerlo. Inicialmente las cervezas tienen distintos precios, dependiendo de si vas pedir alimentos a no. Si no pides alimentos la cerveza cuenta alrededor de 35 pesos y para acompañarla te dan cacahuates o una botanita de pepinos y zanahorias. Te tomes las cervezas que te tomes, la botana será siempre la misma.

Si pides cervezas con alimentos la cosa cambia. La primera cerveza tiene un precio como de 40 pesos y hay un menú de botanas para esta primera cerveza o primer tiempo, que por lo general son tres o cuatro tipos de sopas de las cuales solo puedes pedir una. Si, dije sopa, sopa caliente de verduras, consomé de pollo o cosas así. Por supuesto que este tiempo de botana me lo salto pero de todas maneras me tomo la cerveza.

La segunda cerveza tiene otro precio (47 pesos más o menos) y tiene otro menú de botanas, un poco más elaboradas: Tiras de pescado empanizado, aguacate con atún, tostadas de pollo o pata, flautas, entre otras, son como 10 0 12 platillos a escoger solamente uno. Para disfrutar las comidas del tercer tiempo debes pedir una tercera cerveza, la cual tiene otro precio, entonces te entregan tu correspondiente menú de botanas y también escoges una solamente: distintos guisos de conejo, alas de pollo, mariscos, quesos fundidos, tacos de pastor, etc.

Cuando llegas al cuarto tiempo por lo general ya casi no tienes hambre, pero le entramos, la cerveza ya cuesta como 57 pesos más o menos, y los platillos incluyen diversos cortes de carnes,  platos elaborados a base de pescado o pollo y cócteles de mariscos, entre otros guisos. Después del cuarto tiempo ya no hay alimentos, por lo que la cerveza regresa al precio de cerveza sin alimentos.

Pero además, no puedes pedir alimentos del cuarto tiempo si vas por la tercera cerveza, ni alimentos del tercero si vas por el segunda, solo puedes saltarte las sopas, pero debes consumir la cerveza. Igualmente puedes optar por pedir cerveza sin alimentos y pedir un platillo de un menú aparte y comer como si fuera un restaurant.

El sistema está complicado, no me imagino cual será su sistema para organizar cuantas cervezas y en que tiempo de comida van cada uno de los integrantes de una mesa, creo que necesariamente tendrían que ser comandas individuales, en realidad no sé como lo puedan hacer, yo llevo mi propio control por si debe reclamar algo, pero no ha habido necesidad.

Si me dan a escoger, creo que elijo las cantinas de aquí, son más un restaurant-bar que una cantina en el concepto campechano.

Para terminar comento que existen unas cantinas muy tradicionales y antiguas, me dicen que están en el centro de la ciudad, pero no las he localizado. Hay una muy famosa que tiene un huequito en el techo y un enorme letrero que indica que ese agujerito lo hizo una bala disparada por Pancho Villa. Ya les contaré la historia completa cuando acuda a ella.

3 comentarios:

  1. Una vez mas un placer leerte, tu manera de escribir es tan especial que nos traslada como si estuvieramos viviendo lo que estas narrando, te quiero mucho. Chapis

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  2. Gerardo!! Yo te llevaré a esa cantina que dices, se llama Bar Ópera en la 5 de mayo si no me equivoco.

    Saludos y feliitaciones por tan increibles artículos.
    Mauri

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  3. Juan Raul Lopez G.24 de mayo de 2012, 19:30

    primo: olvidate de la tia Yuly, tengo que viajar alla y seras mi guia, asi que recorre todas y cada una de ellas, ja ja ja ja fue un placer leer tu reseña amigo.
    Muy interesante y entretenida.

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