martes, 18 de octubre de 2011

145. Pretextos

No es la primera vez que este blog entra en recesión, ya son varias veces y lamento reconocer que todas han sido por culpa mía (no podía ser de otra forma, soy el único que escribe entradas para él). Nuevamente me hago el propósito de no volver a dejarlo olvidado, aunque sé, que seguramente volverá a ser así.

No tengo una razón específica para este olvido (más que olvido, digamos, temporal abandono). Sin embargo puedo inventar muchos subterfugios que puedan representar un formidable motivo para justificarme. Veamos las posibles excusas y escojamos la que resulte más apropiada:

Falta de tiempo para escribir: Me cambiaron de sede para el trabajo (a toda la Coordinación de Cultura de Calidad) ahora estamos en unas oficinas ubicadas al norte de la ciudad, sobre la Calzada Vallejo y, para llegar a ellas, debo tomar el metro  en primera instancia y después el metrobús. El recorrido que tengo que realizar diariamente es de aproximadamente noventa minutos. Llego a lo que llamo casa alrededor de las 21:30 horas y sin ganas de hacer algo productivo.

Falta de recursos tecnológicos: Se descompuso mi computadora, se desconfiguró, le entró un terrible virus y me borró todos los archivos, programas y sistemas. En realidad me robaron la computadora, la secuestraron, me despojaron de ella y junto con ella se fueron mis fotos, archivos y música, estoy desconsolado. Bueno en realidad no es cierto, la di prestada y no me han devuelto.

Falta de conexión a Internet: Debo reconocer que este no es un pretexto creíble, de hecho es la justificación más tonta que se me ocurrió, en realidad las interconexiones no se retrasan tanto, a menos que yo no haya pagado mi recibo correspondiente y haya sido suspendido de manera definitiva por el proveedor del servicio, de esta forma la excusa se vuelve un tanto válida.

Falta de recursos mentales: Este rubro puede ser completamente válido y muy creíble, a nadie le extrañaría que mi cerebro dejara de funcionar por largos periodos de tiempo (ya ha pasado en otras ocasiones y tengo muchos testigos de ello). Simplemente se desconectaron mis neuronas, dejé de pensar racional y civilizadamente y me convertí en una especie de zombi haitiano, de esa manera he subsistido durante todo este tiempo. 

Falta de recursos físicos: Lo cierto es que me cayó una extrañísima enfermedad de tipo bacteriana. Este padecimiento lo adquirí en el zoológico de Chapultepec (me contagió el orangután) se caracteriza por la incapacidad para escribir a máquina o en computadora (si se fijan, los orangutanes no pueden escribir a máquina o en computadora). Su tratamiento requiere de muchos cuidados cálidos y cariñosos (los orangutanes no tienen quien les dé cuidados cálidos y cariñosos. Yo tampoco, por eso tardé en sanar).

Falta de recursos sicológicos: Sucede que durante mi traumática estancia en el Distrito Federal me he visto asaltado por un terrible delirio de persecución, siento que los casi 10 millones de chilangos me acosan, asustan, presionan y preocupan. Por todos lados veo rostros hostiles, figuras que chocan conmigo, me empujan y arrastran (sobre todo cuando voy en el metro). Esto me ha impedido tener la calma y la paz necesaria para poder sentarme frente a la computadora a escribir tranquila y felizmente.
Falta de motivación: Pues lo que realmente ha pasado es que he caído en un profundo pozo de tristeza y melancolía, estoy desganado y alicaído, entumecido y confuso, me siento indiferente y aletargado. Nada me motiva, nada me inspira: ni las calles, ni los árboles ni las personas. Esta tremenda depresión me impide escribir y comunicarme adecuadamente y me obliga a caminar arrastrando los pies con torpeza y pereza.

Ya no tengo más pretextos que inventar, son todos. No se me ocurre cuál de ellos podría representar la mejor justificación para mi desapego a las letras y para mi lejanía de este nunca bien apreciado blog.

Por lo pronto, suspendo la actividad literaria y me voy a meditar. Saludos a todos.


 

2 comentarios:

  1. Gerardo, resulta muy dificil entrar a diario a tu blog y ver que no hay nada nuevo, no representa problema mayor porque pudiera leer los anteriores una y otra vez, pero el entrar y ver que hay algo nuevo es sentirte y estar cerca de tim saber que estas sibtiendo y pensando, se que este fin de 2010 y rodo 2011 han sido meses de cambios, perdidas y en este 2012 llega a tu vida una bendición se que escribiras y estare ansiosa esperando, mientras leere lo anterior y me volvere a reir a solas contigo, sobre todo con la iguana jajaja. te quiero mucho CHAPIS

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