El sábado pasado resbalé y caí de nuevo, esta vez, por las escaleras del lugar al que llamo casa. Ni modos así pasa a veces, tropezamos, resbalamos y caemos. Afortunadamente fue una caída sin más consecuencias que unos simples raspones y algunas magulladuras a mi orgullo. Salvo eso, todo está bien.
Supongo que me he caído muchas veces a lo largo de mi vida, la mayoría de ellas debió ocurrir en mis primeros años (cuando aprendía a caminar) otras durante el tiempo en que, como todo niño, andaba corriendo para todos lados. Sin embargo no recuerdo la mayoría de ellas, sólo algunas, las principales.
Una de las primeras visitas al suelo debió ocurrir en el poblado de Palizada, a decir verdad, no sé si es un recuerdo propio o solamente recuerdo los comentarios de los demás; con seguridad es lo segundo, porque yo debí tener entre 2 y 3 años y a esa edad es difícil recordar los sucesos ocurridos.
El caso es que íbamos como pasajeros de una bicicleta mi hermano Juan y yo, la conductora era Juana, la muchacha que nos cuidaba; al parecer llevaba al kínder a Juan y para que yo no me quedara solo me treparon también, pero en un momento de descuido algo pasó y los tres nos fuimos al suelo. No sé si me pasó algo, seguramente si, supongo que me puse a llorar, no lo sé.
Otra caída memorable fue cuando tenía 10 años, en mis tiempos de Boy Scout, fue un sábado por la mañana, estábamos en el Parque de las Banderas para una reunión que por alguna causa no se realizó, entonces quisimos entretenernos escalando una sección de las murallas de Campeche.
Llegué hasta la cima, alrededor de cinco metros de altura, justo en ese momento me resbalé y caí, la consecuencia fue un pie luxado y mi salida del grupo de scouts, más tres meses de andar con la pata enyesada. Pero entonces no lloré.
Otra caída esta no tan memorable como cómica fue cuando andaba alrededor de los 25 años. En esa ocasión mi amigo Román “El Negro” Segovia me estaba persiguiendo para pegarme (supongo que le hice alguna maldad). En un zigzagueo de la carrera mi pie derrapó en el pavimento de la calle, quedé completamente en el aire para luego caer como un saco de papas. Todavía puedo escuchar las risas de los que vieron mi caída y El Negro no pierde ocasión para recordárselo a todos y carcajearse de nuevo.
Un tropiezo más me ocurrió hace algunos años en la parada de camiones del hospital del IMSS en Campeche. Desde siempre la explanada del nosocomio ha tenido unas cadenas que establecen el límite entre éste y el paradero de camiones. Estas cadenas están a poca altura, basta levantar un poco el pié para cruzarlas.
Pero esa tarde yo llevaba prisa, no levanté el pié suficientemente y fui a dar con mis huesos casi a media calle (lo bueno que no pasaba ningún camión en ese momento). No escuché risas ni burlas ni nada, quizás porque me levanté rápidamente y fui de la escena a toda velocidad.
Ya que estaba a cierta distancia me detuve a realizar el recuento de los daños: golpe y raspones en rodillas y costillas y una mano muy lastimada. En busca de consuelo, cuidados y curaciones fui a casa de mis hijos; pudieron haberme dado lo que buscaba si hubieran dejado de reírse.
A partir de esa fecha he tenido especial cuidado al caminar y sobre todo al bajar escaleras, porque además voy entrando en una edad en las que ya no es cosa de levantarse reírse y ya. Todo iba bien hasta el sábado pasado.
Regresé del gimnasio muy motivado, me bañé, desayuné y me dispuse a llevar mi ropa a la lavandería para posteriormente trasladarme al Zócalo de la ciudad a comprar algunas cosas y a verificar otras. Yo vivo en un cuarto piso, para bajar uso una escalera sin pasamanos, la cual desciende alternando tramos cortos y largos con descansos entre ellos.
En uno de los tramos cortos (cinco escalones) mi pie se deslizó, la ropa salió volando (la que llevaba a la lavandería) y caí de sentón sobre uno de los escalones. Me preocupó un dolor agudo que sentí en mi rodilla derecha (mi pierna se dobló de tal forma que casi estaba sentado sobre mi pié) la enderecé poco a poco, revisé el resto de mi esqueleto, me levanté, caminé y asunto arreglado.
El resultado fue solamente de algunos raspones en mi brazo, supongo que al intentar sujetarme de la pared, salvo eso y el susto, nada. Saldo blanco. Fui muy afortunado, pude haberme roto un hueso y estando solo en el Distrito Federal hubiese sido muy problemático para mí. Deberé extremar los cuidados, no quiero que me suceda nada malo. Finalmente, en esta ocasión no me reí, pero tampoco lloré.
Me haces recordar mis tiempos de caidas, pero yo creo que tengo un angelote muy grande pues la mayoria de las veces no me caigo, pero se me dobla un pie y luego solo un susupiro, un dia mas que no me caigo, jajajajaja, un abrazo con cariño Ana
ResponderEliminarYo tambien me he caido, ultimamente me di un trancazo muy fuerte, sin llegar a quebrarme nada. Lo que si me dio fue mucha pena, pues fue en la calle, me pare rapidito con todo el dolor del mundo,como si nada.Debo cuidarme mas, pues los años no pasan nomas porque si, y lo que tu comentaste sobre las caidas es muy cierto y recordar es vivir. Saludos desde esta tranquila ciudad de Monterrey (donde vivir, ya es deporte extremo).Cuando vengas para aca, me avisas porfa, para darte un paseo por las nubes.
ResponderEliminarjajajajajaj si recuerdo ese día ke llegaste a la casa con tu carita de niño de 5 años haciendo puchero y diciendo "me caí" y me mostrabas tu codo lleno de sangrita y muuuucha tierra jajaja y luego cuando te lo lavé con jabón pa ke no se infecte andabas de coyón xD jajaja pobresito mi papiringow.. jejejeje
ResponderEliminary tambien yo hace pokito me caí ensayando el bailable dl dia d las madres de dínamica y todos se rieron de mi U.u ke oso jajaja fue muy parecido, sino es ke identico a tu caida cuando el negro te perseguia :s aun me duele mi cocsis y mi muñeca izquierda U.u ya no me dolía tanto lo del cocsis pero creo ke hoy en el gym me lastime otra vez :/ me cuidaré mejor..
te mando muchos besos muacks muacks!!!
atte: mily :)
el "negro" segovia tiene algo ke ver con la doctora america? me imagino ke su hermano o algo asi no?! no dejes de escribir tio! cuando leo puedo escuchar tu voz contandomelo xD! te kiero! besitos ! atte. tu sobrina favorita, osea iveth oliva! =)
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