viernes, 1 de abril de 2011

138. Todo está bien

Las preguntas de los amigos, parientes, compañeros de trabajo, conocidos, similares y anexos de la República Mexicana giran en torno a  mi actual situación de vida en la Ciudad de México, situación que agradezco porque refleja su genuino interés por mi bienestar, seguridad e integridad física, económica, espiritual y moral.


Por lo anterior, considero necesario e importante hacer algunos comentarios en torno a mi actual y particular esquema de vida, los cuales tendrán ineludiblemente que girar en torno a lo siguiente: estoy bien, estoy íntegro, estoy seguro, estoy sano y estoy contento.

En lo que representa al subtema: “Estoy bien” se refiere al hecho de que las cosas me han salido bien; los términos acordados para la contratación del pequeño espacio en que habito se respetaron de forma completa (excepto porque no había televisión, pero lo solucioné rápidamente). Se presentaron otros inconvenientes pero fueron menores (fallas en el sistema de cable y en alguna tubería del baño) y se atendieron con prontitud y sin costo para mí.

Con relación al aspecto laboral, tenía la ventaja de conocer con anterioridad a muchos integrantes del área (los que no, los conocí prontamente). Todos se han portado amables y atenciosos conmigo. En cuanto a las tareas, la mayoría tiene relación con las que realizaba en Campeche por lo que tampoco han sido factor de estrés.

Por lo que toca a la transportación y los tiempos empleados en la misma para dirigirme de casa al trabajo y viceversa, situación que era una de las cosas que más me preocupaba, debo señalar que me considero un tanto afortunado.  La estación del tren metropolitano (metro) “Barranca del Muerto” se ubica a escasos cinco minutos caminando de lo que llamo casa, lo cual es bastante cerca para cualquier ciudad.

Una vez en él, avanzo cuatro estaciones y en la llamada “Tacubaya” transbordo hacia otra línea; tres estaciones más y desciendo en “Sevilla”, la cual se ubica apenas dando vuelta a la calle del edificio donde trabajo. El tiempo de recorrido es de 35 minutos más o menos, lo cual es casi nada comparad con los tiempos de traslado que invierten algunos compañeros para ir de su casa al trabajo (hasta 3 horas).

Por otra parte, por extraños designios del destino me toca ir a contraflujo con el grueso de las personas que se trasladan a esas horas, por lo que los vagones del metro si bien no están vacios no van repletos ni atascados de gente como en otras líneas (según comentarios de los compañeros). Esta situación coincide, tanto para ir de casa al trabajo como por las tardes, cuando me traslado de regreso.

El subtema “Estoy íntegro” se refiere a la preocupación más común que se da entre los que vivimos en las ciudades pequeñas y seguras del país y que por diversas situaciones debemos trasladarnos a la Capital; no, no he sido asaltado, golpeado, amenazado, secuestrado, defraudado, insultado, vejado, humillado, perseguido, ultrajado, manipulado, acorralado, asustado, asesinado, mutilado, engañado, encarcelado, zarandeado, vilipendiado, aplastado ni nada que termine en ado, afortunadamente y gracias a Dios y a algunas precauciones asumidas.

Las provisiones giran en torno al hecho de que no frecuento lugares peligrosos, esto es, nada de bares, cantinas, antros, discotecas, cabarets, burdeles, prostíbulos, centros de recreación para adultos, tugurios, tabernas ni establecimientos para masajes o mancebía.  Tampoco acudo a los barrios bravos o lugares de tráfico de mercancías fraudulentas.

El subtema anterior tiene relación estrecha con el subtema “Estoy seguro” porque, por obvias razones, el hecho de que me mueva en lugares y horarios seguros evita que me sucedan los inconvenientes relacionados previamente. La zona cercana a donde vivo está bien comunicada y accesible, cuenta con numerosos comercios que tienen vigilancia privada las 24 horas del día. Si a esto le sumamos el puesto de policía instalado en la avenida Barranca del Muerto, la situación se torna segura.

Por otra parte, las estaciones del metro se han convertido de un tiempo a la fecha en lugares muy seguros (a partir de una balacera en el metro Balderas) todas cuentan con cámaras de vigilancia y policías armados para protección de los pasajeros. Cuando he debido tomar autobuses urbanos lo he hecho en horarios accesibles y de los que transitan por las avenidas principales.

 Durante los fines de semana en los que he decido salir a conocer la ciudad, me he trasladado durante las mañanas y he asistido a museos principalmente, ubicados o en el centro histórico, en universidades o sitios turísticos, en los cuales, por supuesto, hay vigilancia y bajos índices delictivos. Por otra parte, no tienen idea la cantidad de policías que se concentran dentro y alrededor de los estadios de fútbol para vigilancia de los que asistimos a esos eventos.

El subtema “Estoy sano” como seguramente podrán comprender, tiene como principal argumento el hecho de que mi estado de salud se ha conservado inmaculado e incólume, esto es: no gripas, no diarreas, no enfermedades venéreas, no soponcios, no toses, no retortijones de panza, no flatulenciasincontenibles y no insuficiencias ni debilitamientos. En general,  nada relacionado con el frio, la altura, la contaminación, el hacinamiento, la alimentación o la carnalidad. Estoy sano.

Una vez establecidas las características de los cuatro primeros subtemas, las cuales tienen un balance positivo para mi, se podrá entender que el subtema “Estoy contento” no tiene ningún asunto que tratar. Aunque claro, este punto es multifactorial y seguramente tendrá sus inconvenientes, mismos que no he identificado plenamente.

Me parece que los párrafos anteriores responden cabalmente a las preguntas de los amigos, parientes, compañeros de trabajo, conocidos, similares y anexos de la República Mexicana.  Pero esto no limita el que me puedan formular otras o que se les ocurra volvérmelas a plantear, por lo que les pido no se preocupen, no me voy a molestar, lo que haré será remitirlos a estas líneas o volverlas a responder con toda la amabilidad, gentileza, paciencia y cordialidad que me caracteriza.

Saludos y un abrazo para todos desde estas aztecas tierras.



6 comentarios:

  1. Don Gerard, ya podre dormir tranquilamente, al saberte con bien...

    P.S

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  2. Por fé estas y estarás bien amigo y por tu capacidad adaptativa estarás contento, si te encuentro de nuevo por cualquier medio -espero en Dios que algún día sea personalmente- te preuntaré de nuevo: ¿Como estás? y tu me remitirás a estas inteligentes y amenas líneas y con gusto las leeré de nuevo, solo te pido cue cuando en los esfuerzos cotidianos de recuperár las estabilidad del yo tambien me compartas, y cuando nos despidamos te diré:!que Dios te bendiga!
    Gaby Vera

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  3. Me da gusto que estes bien ahora...pero la vida sigue... y si te llego a encontrar te lo preguntaré solo para saber si continúas bien...Saludos.
    P.D.
    Ahora si que hiciste uso del diccionario de sinónimos!

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  4. Pues que bueno que esté usted bien en esas tierras chilangas. Realmente estás bien ubicado,tanto para vivir como para trabajar.. y como dices, si no frecuentas lugares peligrosos, será difícil que algo peligroso te pase. Eso lo aprendí en mis primeros años de llegar a chilangolandia.

    Lo mejor es que viajas a contraflujo de la gente en el metro. A mi me pasa lo mismo (vivo relativamente cerca de ti y trabajo también relativamente cerca), pero cuando me toca subirme y bajar en horas pico, simplemente dejo que primero bajen/suba todos los que se empujan y golpean, y luego voy yo, fresca como una lechuga.

    Saludos y bienvenido!

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  5. copiare y pegare tu entrada en un lugar donde toda la gente ke me hace las mismas preguntas pueda verlo! jajajaja te kiero tio

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